A María José le diagnosticaron a los 7 años insuficiencia renal debido a una nefropatía por reflujo vesico-uretral de nacimiento. Ese momento de diagnóstico, en su caso, fue quizás más duro para sus padres que para ella. Ella se ha dado cuenta por su propia experiencia que «los niños no perciben lo que les pasa como algo tan malo» y se adaptan a la situación fácilmente, sin embargo, los padres lo ven de otra forma. De hecho, cuenta entre risas que en un principio se lo tomó casi como un juego, ya que la ingresaron en el hospital de La Paz en Madrid y fue una experiencia nueva para ella. Nos cuenta que cada vez que operaban a un/una compañero/a, iban todos/as a su habitación y adaptaban sus juegos para que todo/as pudiesen participar.
Al preguntarle qué fue lo que le ayudó a sobrellevar la situación, María José responde sin dudar que lo que más le ayudó fue que sus padres siempre le hicieron ver que era capaz de hacer lo mismo que lxs demás. Recuerda que su padre siempre le decía «te llevará un poco más, pero llegarás igual».
En su caso, la evolución de la enfermedad fue buena. A pesar de los problemas médicos que tuvo durante su juventud, gracias a la adopción de un estilo de vida saludable y de un cuidado nutricional estricto, no fue hasta los 40 años cuando tuvo que empezar diálisis.
Siempre hay que buscar la parte positiva, incluso en las adversidades. Para ella algo positivo que le trajo esta enfermedad es que se dio cuenta de quiénes son su verdadera familia y amigos, dice «en las buenas está todo el mundo, pero en las malas no». Por eso ahora valora cada uno de los momentos que puede vivir junto a su familia.
A partir de su experiencia, deja este mensaje para todos aquellos que se puedan ver en la misma situación: «En principio es un palo, pero se vive perfectamente. Lo tienes que adaptar a tu vida, no tú a eso. Siempre tienes que tomarlo por el lado positivo.»
Además, recalca que «si sigues las pautas que te dan los/as médicos/as, nefrólogos/as, enfermeros/as, nutricionistas… llegarás más lejos».